Opinión

Una radiografía de la electrónica en México

Por Édgar Corona
23 Septiembre 2013

Fábrica de sonidos, columna semanal dedicada a la música por Edgar Corona



A pesar de los esfuerzos de músicos, productores y sellos discográficos por promover y difundir la música electrónica hecha en México, ésta mantiene un futuro incierto. La aparente disminución de oferta musical, la falta de conocimiento de los medios de comunicación sobre este género, además de las experiencias aisladas entre creadores y el cliché de “música exótica” que persiste en el extranjero, son sólo algunas de las causas que impiden el desarrollo integral de la electrónica y sus derivados.

En este horizonte, uno de los sellos mexicanos independientes —pionero y referente en la apuesta por los sonidos sintéticos—, es Static Discos. Los cimientos de este sello se remontan a 1997, con la creación de Nimbostatic, proyecto que se distinguió por fichar grupos de rock originarios de Tijuana. En 2002, Static Discos surge de manera oficial bajo la premisa de integrar propuestas musicales a nivel nacional. Sus primeros lanzamientos discográficos fueron los trabajos de Murcof y Fax. Static Discos fue el primer sello de música electrónica en México con distribución digital.

Cubenx, Antiguo Autómata Mexicano, Latinsizer, R. Mendoza, Childs, Carrie, Duopandamix y Microesfera, son algunos de los proyectos que integran su catálogo. Existe una subdivisión llamada Static Verdigris, en la cual pueden todavía conseguirse producciones de Valentina González y Florencia Ruiz, entre otros.

Ejival es el director general de Static Discos, además de colaborador especializado en música electrónica en revistas nacionales (At Syber, In the Groove, Latin Pulse, Radiante) e internacionales (The Wire, XLR8R, URB y La Banda Elástica). Recuerdo que en una entrevista me comentó su propósito de no tener un sello que apoye de manera exclusiva la música electrónica que se produce en Tijuana. El objetivo, me dijo: “Es  buscar propuestas por todos lados, con la posibilidad de lanzar proyectos fuera de México”. Static Discos cuenta con distribución en distintos países y tiene cierto reconocimiento, mientras que en México, los alcances se han construido lentamente.

Rescato la opinión de Ejival: “Convencer al público extranjero es difícil, nos ven como algo exótico. A las personas les cuesta trabajo entender que en México se produce música de corte internacional, que está fuera de los mariachis y lo norteño. En Static Discos nunca  hemos tratado de vendernos con sombrero, como la onda Nortec, que finalmente funcionó, aunque los coloquen en festivales dedicados al world beat”.

Uno de los problemas en el desarrollo de la música electrónica, referente a medios de comunicación, es que son pocos los periodistas que están calificados para hablar y examinar la música electrónica, la mayoría no posee suficiente capacidad para brindar información de calidad. Las dificultades aumentan, principalmente, porque todo se mira a través de la computadora y no ocurre una aproximación al escenario de la producción. Es necesario fomentar y mantener un diálogo para diseñar estrategias, brindar información y conseguir atraer nuevos públicos. El principal reto es tratar de romper con el estereotipo que se tiene de la música electrónica hecha en México. Demostrar que la producción tiene suficiente calidad.



Nota publicada en la edición 760


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